sábado, 19 de julio de 2008

El telón


Hace años, las diferentes hinchadas despliegan, en una maniobra verdaderamente habilidosa, gigantescas banderas que cubren la totalidad de la tribuna en los estadios. La dimensión de alguna de las banderas gigantes que ha desplegado la hinchada de San Lorenzo era de 70 metros de ancho por 40 de alto. Con el correr del tiempo, prácticamente todas las hinchadas mostraban "trapo gigante".
Al disputarse el clásico entre San Lorenzo y Huracán en el torneo clausura 2002, la parcialidad de Huracán confeccionó una bandera gigante que, según sus realizadores, era "La bandera más grande del mundo". Al saber del estreno de la bandera, la hinchada de San Lorenzo creó una nueva forma de bandera gigante: el telón. Su denominación se debe a que, si al desplegarse sobre las cabezas de todos los hinchas se abriera desde ambos extremos a la vez, dejaría al descubierto a la hinchada en el centro. El día del clásico se desplegaron ambas banderas y todos los medios reflejaron lo "Maravilloso de la fiesta del fútbol", "Un espectáculo incomparable", "Este colorido no se ve en ninguna otra parte del mundo". Estas afirmaciones forman parte del imaginario colectivo expresado por los medios de comunicación que, sabiendo que son las barra bravas las encargadas de esta fiesta y colorido, permanentemente intentan separar a los "malos hinchas" del resto de los espectadores. Es muy común escuchar elogios hacia la fiesta que se vive en las tribunas hasta que un hecho de violencia, que generalmente es iniciado por estos sujetos, impugna todo lo realizado. Se trata de una falsa disociación entre "la fiesta" y "los violentos", puesto que los que despliegan la escenografía y dan marco a la fiesta son los mismos que, dadas las circustancias, protagonizan hechos de violencia.
Este telón pasó a ser la bandera insignia de la hinchada de San Lorenzo, algunos medios la mencionan como "La Gloriosa".
Su diseño fue concursado a nivel nacional a través de una de las páginas web del club (deboedovengo.org), resultando ganador un diseñador de Mercedes, provincia de San Luis. El telón era azul y rojo a bastones con la inscripción "La Gloriosa" en la parte superior, y abajo: "Boedo - Argentina". En el centro, la figura de un cuervo con las alas desplegadas y las garras en posición de ataque. El telón pesaba 270 kilos, era la envidia de otras hinchadas y el orgullo de todos los hinchas de San Lorenzo.
Luego de ganar la Copa Sudamericana, se estrenó otro telón similiar con el agregado sobre la parte inferior de la frase "La leyenda continúa".

Sombrillas


Similares a los paraguas, pero más grandes, las sombrillas se han incorporado a la escenografía de las tribunas. La Butteler utiliza grandes sombrillas azules y rojas con la inscripción: "La Gloriosa Butteler". Como en el caso de las banderas de palo, son ingresadas en el mismo momento en que la banda ingresa a la popular. En algunos casos han sido prohibidas, porque era común esconder cuchillos u otros elementos cortantes en el mango, para enfrentamientos con otras barras

Drogas


La hinchada de San Lorenzo es reconocida por ser la primera en aludir en sus cantos al consumo de drogas, según referencias publicadas en la revista El Gráfico sobre las particularidades de cada hinchada. También es reconocida como la más original a la hora de invitar cánticos en la cancha. Incluso, un hincha de otro equipo cierta vez me dijo: "Loco, son músicos estos pibes".
El consumo de drogas y bebidas alcohólicas es reconocido por los barrabravas como algo común, no solamente entre ellos, sino entre la juventud toda; y las últimas encuestas les estarían dando la razón. El consumo de drogas por parte de la barra brava de San Lorenzo es público y no se reprime en lo más mínimo. Es común que te ofrezcan o te pidan antes, durante y después del partido. Entre las drogas consumidas está la "merca" (cocaína), la marihuana y también "pastas" (diversas pastillas combinadas con alcohol). Alabarces (1996) manifestaba que "El consumo de sustancias 'prohibidas' significa jugar con los límites del cuerpo", y los hinchas juegan con los límites de la normalidad al jugar con los límites del cuerpo. Una corporalidad concebida como normal es atacada por la desmesura de consumos prohibidos, confrontando la identifiicación normal del cuerpo, y atacar la identificación de normalidad del cuerpo es atacar los estados de conciencia normales. Los hinchas se representan a sí mismos como anormales al exhibirse como "locos". Las identificaciones permiten demostrar el uso de estas sustancias, que los llevan más allá de los límites de la normalidad. Las banderas que los hinchas llevan a los estadios hacen referencia a esta identificación en frases como "Loco por vos" o "Demente por El Ciclón", incluso un graffiti en el barrio de Almagro que decía: "Amor, locura y pasion por los colores de mi corazón. Gracias Cuervo", tiene el mismo significado.
Me pareció estremecedora por lo trágico de la situación que se configura una referencia a los miembros de la banda que se ubican debajo del lugar donde está el bombo. Un hincha me informó así: "Los locos de la Butte bailan y bailan. Es tierno. Hay que tener aguante. Un estado físico increíble. Nunca dejan de alentar al equipo. Están todos 'de la cabeza' (drogados) ¡Locos de drogas y alcohol!".

El bombo


El bombo, instrumentos de percusión muy utilizado en actos políticos y en manifestaciones populares en la República Argentina, es un símbolo importante para la Butteler, tanto como las banderas. El bombo es el que indica a los de la Butteler qué hay que hacer durante el desarollo de un partido. Sin él no hay coordinación, pues el bombo ordena las acciones: cúando comenzar los cantos y gritos, cuándo cambiar de canto, cuándo saltar. Hay varios jóvenes que se encargan de tocar el bombo en los partidos y uno de los más veteranos es el encargado de tocar el bombo más grande. A veces cambian cada diez o quince minutos, pero la tarea siempre está a cargo de un grupo selecto. Su manejo implica un status especial entre los brrabravas, y de esa manera se reconoce a los líderes. En momentos de euforia, por ejemplo cuando el equipo hace un gol y los hinchas se pierden lo que está haciendo en ese momento, es el bombo el que los vuelve a ubicar y los pone en situación.

Cuando el bombo va entrando a la tribuna acompañado de quienes lo protegen y los primeros sonidos llegan al interior del campo, la hinchada entera se pone de pie por que sabe que el bombo está haciendo un llamado a los suyos. Este instrumento se reconoce como el corazón de la banda: "Perder un bombo es como perder a uno de nosotros", comenta uno de los miembros de la Butteler.

Los trapos


"Trapo" es el concepto nativo para denominar a las banderas, las hay de muy variadas formas y tamaños, pero todas respetando el azul y rojo con algún vivo blanco. Las banderas más características, que son utilizadas por todas las hinchadas del fútbol argentino y en todos los estadios del país son muy largas y angostas, se colocan atadas desde el alambrado que separa la tribuna popular de la cancha hasta lo más alto de la tribuna. Son utilizadas por miembros de la Butteler, que nunca dejan que suba un extraño, para sostenerse mientras bailan y cantan sobre los paravalanchas de espalda a la cancha. De esta manera, se estimula a todo el resto de los hinchas para que griten mientras dure el partido. A estos lugares no sube cualquier hincha, es un espacio reservado sólo para unos pocos. Como la barra brava llega sobre la hora del inicio de los partidos, haciendo su aparición en forma espectacular de modo que todo el mundo los vea llegar, otros hinchas cumplen su "sueño" de subirse y "dirigir" a la hinchada. Es muy común que si los de la brra brava ven subido a alguien que no es de su grupo, lo bajen en forma muy violenta, expulsándolo de ese sector. Una de las últimas innovaciones es colgarse de la bandera larga sostenido con una mano y con la otra hacer flamear una bandera de palo o una sombrilla. Todos estos elementos llevan los colores azul y rojo que identifican a San Lorenzo.
Otras banderas son las que se cuelgan en los alambrados o a los costados del perímetro del campo de juego. Éstas por lo general tienen inscripciones alusivas a los lugares de donde provienen sus dueños: "Floresta es del Ciclón", agradecimientos: "Gracias viejo por hacerme de San Lorenzo", juramentos de amor eterno: "Te quiero más que a mi vieja", "Te seguiré hasta que el infierno se congele", o frases de canciones de grupos de rock u otras formas musicales: "Pensando en vos ya no pienso más" o "Ladrón de mi cerebro".
Las banderas de palo tienen diferentes formas geométricas, combinando siempre los colores del club e imitando bandera de estados nacionales. Por lo general, estas banderas están confeccionadas con telas muy livianitas para evitar que su peso impida que flameen. En el caso de la barra de San Lorenzo, estas banderas se hacen visibles cuando ingresan todos juntos a la tribuna y se ubican en el centro de la popular. La distribución de estas banderas es muy rigurosa, cuidando bien de no dárselas a hinchas desconocidos, y se cuentan al terminar el medio tiempo de juego y al terminar el partido. La pérdida de estos estanddartes es algo muy grave, que puede confundirse con robo por parte de otra parcialidad.
Los trapos son el símbolo más preciado por los miembros de la Butteler y el resto de los hinchas en general. Es muy común el intento de robo de banderas de otros clubes y su exhibición como trofeos de guerra, siempre y cuando hayan sido robadas en "combate". Esto es parte de los códigos que no están escritos, pero que todas las barra bravas respetan. Hasta 1997, las barras bravas ingresaban al estadio con sus banderas y con las banderas conseguidas en peleas. Las banderas robadas se ubicaban en forma transversal a las propias, mostrándolas a la otra hinchada. El robo de banderas otorga un prestigio muy valorado entre las barras bravas. Hasta el momento de la prohibición por incitación a la violencia, la Butteler generalmente llevaban banderas de Boca Juniors y River Plate, los equipos con hinchadas más numerosas del país, y del club Huracán por ser el histórico rival de San Lorenzo. También se procedía a la quema de banderas durante los encuentros fútbolisticos.

viernes, 18 de julio de 2008

El barrio


El territorio en el que socializan los integrantes de la Butteler se ubica en el barrio de Boedo, en la Capital Federal de la República Argentina. En sus orígenes el barrio fue un lugar típico de casas bajas estilo "chorizo", repetidas y monótonas, con tradicionales patios separados por el comedor y la sala de adelante, que generalmente ocupaba un inquilino. Hoy es una barrida residencial y tranquila, que sorprende con sus casas antiguas, contrastando a veces con modernas viviendas unifamiliares. La autopista 25 de mayo cruza el barrio de este a oeste, paralela a las avenidas San Juan y Pavlón. Si bien carece de espacios verdes, añejos y frondosos árboles se observan en la mayoría de las aceras.

A partir del 11 de junio de 1968, luego de compartir las antiguas parroquias de San Carlos o San Cristóbal entre los vecinos de Almagro, San Cristóbal y Parque Patricios, se establecieron los límites precisos de todos los barrios de la Capital Federal y se conformó el territorio que hoy lleva el nombre de Boedo. Desde el punto de vista socioeconómico, se ubica en una zona de sectores medios urbanos identificados con la clase trabajadora, que lograra una fuerte movilidad social durante el modelo justicialista.
Pero la historia del club no se circunscribe únicamente a este barrio, también incluye al barrio de Almagro, lugar específico donde un 1º de abril de 1908 naciera San Lorenzo de Almagro, y que luego se dividió dando origen al barrio de Boedo, como ya expliqué.
Originalmente, el territorio que hoy corresponde a Boedo era ocupado por tambos, molinos panaderos, algunas pulperías y almacenes donde ya a inicios del siglo XX se bailaba tango con la presencia de malevos y poetas.
El corazón del barrio futbolero era el estadio de San lorenzo, conocido como "Gasómetro". Hoy el estadio ya no está y en el lugar se construyó un hipermercado que sólo guarda una placatoria del viejo "Gasómetro". Pero los numerosos bares y negocios que rodean la manzana dan testimonios de la unnumerables recuerdos, manteniendo viva e intacta la identidad del barrio con "el ciclón". El hipermercado tubo que modificar los colores, eliminando el blanco traidicional del supermercado. Asímismo, el local de comidas rápidas ubicado en el mismo predio presenta una escenografía colmada de recuerdos, entre ellos, una foto gigante de la hinchada -específicamente de u n grupo de la barra brava con banderas obtenidas en "combates"-, camisetas donadas por jugadores con sus respectivos autógrafos, y el color de las mesas es rojo y azul. Según algunas averiguaciones, es la única sucursal de Carrefour del mundo que accedió el cambio de colores en su arquitectura. Pegada a este supermercado se encuentra la sede social de San Lorenzo, sobre la Av. La Plata, a metros de la esquina con Av. Caseros. La Placita Butteler es un lugar único en Buenos Aires. Sólo es posible acceder a ella a través de cuatro pasajes que desembocan en sus vértices. Una vez allí, entre las casas bajas, las vecinas paseando sus perros y los niños ccorreteando por los juegos, se respira un microclima que se asemeja a la plazoleta central de un pueblo de provincia, más que a una típica plaza porteña. Este sector de calma es el elegido por la hinchada de San Lorenzo como su lugar de pertenencia geográfica.

El robo


La hinchada de Huracán, furiosa por la muerte de uno de sus hinchas pero incapaz de actuar en un combate frente a frente, habría buscado venganza a través del robo de las banderas. Por este motivo, el asesinato de Ulises Fernandéz no queda fuera del ámbito del robo. Dos diás después, la hinchada de Huracán, estrenó la consigna
"Las banderas por ulises" pintada sobre una tela blanca colgada en el centro de la tribuna popular. Las fuentes judiciales creen que la autincriminación fue "absolutamente deliberada para recordar que no perdonan el asesinato, pero jamás fue una confesión"
Por otra parte, la hinchada de huracán nunca ejecutó el robo, sino que compró las banderas a unos delincuentes comunes contratados por el ex presidente de San Lorenzo, Fernando Miele, quien habría mandado a robar papeles que lo comprometían judicialmente por la compra de equipos de seguridad con sobreprecios. Al encontrar las banderas se decidió robarlas para obtener un rédito económico por medio de ellas. Días después del robo, Miele fue procesado por administración fraudulenta en la compra de sistemasde video para reforzar la seguridad del estadio. No fue el único procesado por este presunto delito, lo mismo les ocurrió al presidente del club Boca Juniors, Mauricio Macri y al presidente de la Asociación de Fútbol Argentino, Julio grondona.
Según el abogado querellante, los papeles sustraídos y luego quemados -junto con las banderas- eran las pruebas que más comprometían al ex presidente. Según fuentes allegadas a Miele, "Jamás existió una mala acción del ex directivo". Según la pericia judicial y la reconstrucción del hecho ocurrido el 4 de octubre de 2002:
"Los tres hombres llegaron solos, sin armas, pero con una copia duplicada de la llave del candado que cuidaba que nadie ingresara a la platea sur del estadio. Allí había sólo un guardia de seguridad privada contratado por el club, al cual le dijeron 'sólo queremos los pelpas, no te hagas quemar por tan poca cosa'".
Una vez destruidos los papeles, los responsables viajaron hasta San Miguel. Allí se entrevistaron con integrantes de la "José C. Paz" para cambiar las banderas por dinero: "Pidieron diez lucas, pero solo reunimos seis", precisó uno de los hombres de la "José C. Paz", que dijo tener diálogo directo con "Madero", integrande de la Butteler e incondicional a Miele. Durante mi investigación de campo, ningún integrante del núcleo de la Butteler hizo comentario alguno sobre el tema.